Los voluntarios de Huerta de Rey regresan impactados de Valencia

Redacción

La expedición que partió de Huerta de Rey el jueves con maquinaria de obra y operarios regresaba ayer a casa tras días de intenso trabajo. Los 27 operarios del sur de Burgos que han estado ayudando en la tragedia de la DANA con su maquinaria de obra llegaron a Huerta de Rey este domingo, donde fueron recibidos con aplausos y abrazos por familiares, amigos y vecinos de la zona. Llegaron aún impresionados por todo lo que han visto y vivido.

En Valencia fueron derivados a Catarroja, donde han estado trabajando incansablemente en las tareas de desescombro y limpieza. Allí les sorprendió la dificultad de coordinar tantos voluntarios y donaciones. “Es peligroso porque había mucha gente, muchos voluntarios. Tu querías trabajar por un sitio y tenias detrás a 14 voluntarios entonces o te coordinaban un poco o había riesgo de atropellos”, expresaba Eduardo Sánchez. Otro de los testimonios era el de Carlos Santirso: “Los únicos operarios que había eran voluntarios. El ejército tenía 20 máquinas o así”.

Su expedición además, fue muy útil colaborando con el ejército, la UME y otros servicios cuya maquinaria pesada había quedado inhabilitada por pinchazos. “Ese ha sido el problema que ha tenido mucha gente que ha colaborado durante esta semana pasada. Pinchaban y había pocos talleres o mecánicos dando servicio, entonces había máquinas que han estado paradas día y medio. Cuando nosotros llegamos a mi me llamaron los de la UME y fue poner mi camión y empezar a trabajar. Era una verdadera pasada“, comentaba Luis Martínez, otro de los voluntarios de esta expedición.

Han sido días de trabajo duro y sin descanso y la impresión que se traen es de que la zona sigue aún peor de lo que podemos imaginar por las imágenes que vemos en televisión. “No tienen nada que ver lo que sale en las noticias para lo que ahí dentro. Los sótanos tenían un metro de barro y hemos sacado coches nuevos”, afirmaba Pedro Galán, quien comentaba que sobre todo había trabajado en el interior de los bajos.

Tras llegar a Huerta aún les quedaba descargar las máquinas y prepararlas para volver el lunes sin falta a sus trabajos. Estaban cansados pero satisfechos y orgullosos del trabajo que han realizado, por los cambios que han visto en la zona en la que han actuado. Sus vecinos también orgullosos de la colaboración altruista que han prestado.