El Alcalde y el Concejal de Promoción y Movilidad presentan a ADIF tres informes que demuestran la viabilidad del ferrocarril Madrid-Aranda-Burgos

Redacción
El Alcalde de Aranda de Duero, junto al concejal de Promoción y Movilidad, Juan Manuel Martín Abad, se han reunido en Madrid con la Directora de Planificación Funcional de ADIF y su equipo técnico, que se encuentra elaborando el estudio de viabilidad del ferrocarril Madrid–Aranda de Duero– Burgos.
El objetivo de la reunión fue la presentación y entrega de tres informes que avalan la reapertura del corredor ferroviario central El informe elaborado por la Concejalía de Promoción y complementado con los datos de la Concejalía de Turismo, describe el proyecto del puerto seco de Aranda de Duero como necesidad fundamental para garantizar la competitividad de las industrias del tercer polo industrial de Castilla y León, incidiendo sobre las previsiones de aumento de tráfico ferroviario, que pasarán de los 3 trenes semanales hasta los 10-12 convoyes semanales al inicio de la construcción del puerto seco.
Estos datos se complementan con los tránsitos de los turistas que visitan la Ribera del Duero, la mayor parte procedentes del eje Madrid-Norte, y actualmente llegados en un 92% a través del vehículo privado, frente a un 75% de otras rutas del vino. Un elemento clave del proyecto de reapertura del Corredor Ferroviario Madrid–Aranda–Burgos, tanto por su valor logístico como por su impacto económico y territorial, es el desarrollo del Puerto Seco Intermodal de Aranda de Duero. Se considera como un nodo logístico fundamental en el corredor que garantizará el tráfico de mercancías, reducirá costes logísticos y servirá para atraer inversión industrial hacia la Ribera del Duero. Su ubicación, en el eje central del corredor y en el corazón industrial de Aranda, permite una conexión directa con las principales factorías de la comarca, optimizando la logística de la última milla y reduciendo costes operativos. Pero su verdadero valor como hub logístico radica en su capacidad para concentrar y distribuir carga procedente de múltiples orígenes: desde los puertos del Mediterráneo y el Atlántico, hasta los flujos intercontinentales que llegan desde el Norte de África o el centro de Europa.