Santa Catalina denuncia las noticias que dejan en mal lugar al barrio

Santa Catalina
Redacción
La Asociación de Vecinos de Santa Catalina quiere salir al paso de las noticias vertidas en medios nacionales que dejan en mal lugar al barrio. Lo hacen antes las “exageraciones y mentiras”, dicen que se vierten en algunos reportajes televisivos, donde se afirma que, en el barrio de Santa Catalina de Aranda de Duero, hay un gueto de personas marginadas; existe una barriada asaltada por okupas; sus calles se han convertido en dispensarios de droga, y sus locales de ocio son lugares de violencia donde diariamente hay peleas a navajazos, los vecinos de este barrio manifestamos que la realidad es otra y el barrio tiene un semblante más amable y acogedor para vecinos y visitantes, aunque, como en otros lugares, existan problemas localizados de ese tipo.
Ponen en valor un barrio con 7.000 habitantes, con dimensiones reducidas, “que creció debido al ingenio y al trabajo de autónomos y obreros que a partir de 1950 se asentaron en la zona este de Aranda de Duero”, expresan en un comunicado e insisten en que “las circunstancias sociales han variado en la segunda década de este siglo, con la llegada de una numerosa población emigrante, pero no se han detectado problemas de racismo o xenofobia, y la convivencia es respetuosa entre los foráneos y los extranjeros”.
Continúan enumerando los distintos espacios que componen el barrio como dos colegios de primaria, dos institutos de secundaria, un ambulatorio médico, los juzgados de Aranda y su comarca, las dependencias de la Guardia Civil, un templo de la iglesia católica y varios centros de culto cristianos, un centro de mayores muy concurrido en las tardes de invierno, tres supermercados que complementan a varias tiendas tradicionales, comercios, bares y restaurante. “Y dentro de pocos meses, contaremos con Universidad y una amplia plaza pública que nos permitirá realizar toda clase de eventos”. Defienden también un amplio tejido asociativo, con la asociación de vecinos muy activa proponiendo mejoras de obras y servicios para el barrio; la asociación de comerciante que dinamiza el comercio y hace atractivo el barrio adornándolo con murales; la cofradía, con su banda de música, que refleja la piedad popular en semana santa y lo largo de año litúgico; la asociación de niños discapacitados (ANDAR), con actividades instructivas y socializantes; el centro de mayores Santa Catalina, donde se reúnen los más veteranos del barrio para entretenerse, instruirse, reírse y hablar de sus cosas.
Terminan su comunicando con una pregunta retórica: “Y aunque somos muchos, como estamos muy juntos, nos conocemos casi todos. ¿A qué mi barrio mola?”